Las ocho de la noche en Buenos Airesy como antes, ahora, el instanteen que la voz de la ciudad abrazacomo tenazas y acerca lo distante.Contando historias nuevas o vetustas(espera mustia que pinta el gris paisaje);los bandoneones nos hablan su lenguaje:
...¡El glorioso Tango Club!...¡A las ocho... tango...!
...¡El glorioso Tango Club!...¡A las ocho... tango...!